El sistema utiliza la energía del sol para producir agua caliente mediante el uso de colectores o paneles solares térmicos. Esta es una de las formas más económicas, limpias y eficientes ya que utiliza un recurso abundante y gratuito que no genera emisiones de CO2. La energía solar térmica la podemos aprovechar tanto para el agua caliente sanitaria de nuestra vivienda, oficina o negocio, o como un apoyo a la calefacción. Este apoyo ayuda a que la caldera o bomba de calor que disponemos para la calefacción trabajen menos. De este modo, se alarga la vida útil de la caldera o bomba de calor debido a un menor uso.
La tecnología actual permite que las instalaciones solares térmicas precisen de un mantenimiento mínimo y dispongan de sistemas de control para su seguimiento remoto, ofreciendo así todas las garantías en materia de seguridad y comodidad de uso.
